¡Italia, allá vamos!

Lo primero de todo, ¡bienvenidos al blog! Es un blog dedicado al viaje a Italia de 1º Bach. del IES Generalife. Aún está en proceso de desarrollo (así que no esperéis gran cosa) pero es el comienzo de lo que terminará siendo un trabajo sobre todo lo que veremos en Italia. A principio de curso parecía muy lejano el viaje, pero ¡ya ha pasado el primer trimestre! Y seguro que dentro de muy poco habrá pasado el segundo y no nos lo podremos creer... ¡Italia, allá vamos!


miércoles, 20 de octubre de 2010

Origen de Roma

Según la leyenda, Eneas, un héroe griego de la guerra de Troya huyó de Grecia y viajó hasta Lacio, donde fundó la ciudad de Lavinio. Muchos años más tarde, Numitor, descendiente directo de Eneas fue derrocado por su hermano Amulio, que ordenó abandonar a los nietos de Numitor, Rómulo y Remo (hijos de Rea Silvia y el dios Marte), en la orilla del Tíber. Más tarde, fueron recogidos por una loba que los amamantó y crió hasta que crecieron y decidieron derrocar al rey Amulio para devolver el trono a Numitor.
Como recompensa, Numitor les dio tierras y les permitió fundar una ciudad sobre la colina del Palatino, donde los había recogido la loba. Rómulo trazó su ciudad desde la cima de la colina del Palatino (una ciudad cuadrada, marcada por una línea), y Remo desde la colina del Capitolio. Rómulo dijo que mataría a cualquier persona que atravesara dicha línea sin permiso, y Remo la cruzó para burlarse de él. Rómulo mató a Remo. A partir de entonces, la ciudad comenzó a estar habitada por criminales, hombres que habían huído de sus ciudades. En consecuencia, no había mujeres, así que fraguaron un plan para hacerse con algunas de una tribu cercana, la tribu de los sabinos.
Así, una noche invitaron a los sabinos a una fiesta, y cuando todos estuvieron ebrios, raptaron a sus mujeres.
Al día siguiente, viendo que el rapto iba a desembocar en una guerra, Rómulo propuso a los sabinos fusionar sus tribus para conseguir una ciudad más poderosa.
Roma había nacido.
Mediante este origen mitológico, los romanos intentaban emparentarse con los griegos (su modelo a seguir por excelencia) y con los dioses (mediante la descendencia de Rómulo y Remo del dios Marte).
La loba Luperca amamantando a Rómulo y Remo.
 Sin embargo, el verdadero origen de Roma fue bien distinto de éste. En aquella época, entre los siglos X y VII a. C., Italia central estaba formada por dos grupos principales: los latinos y los osco-umbros. El antiguo territorio del Lacio estaba poblado por gran cantidad de tribus, como por ejemplo los etruscos, los volscos, los sabinos, los ecuos, etc. Los latinos crearon una sociedad organizada a unos 30 u 80 km al sudeste de la colina del Capitolio, que fue la principal fuente de población de Roma. Alrededor del monte del Palatino, todas las tribus que habitaban la zona se fueron uniendo para crear la ciudad. En primer lugar, la ciudad ocupó los montes del Palatino, las cimas del Esquilino y el monte Celio, y más tarde se expandió para ocupar los montes Aventino, Capitolino, Quirinal y Viminal.

En cuanto al origen del nombre de Roma, hay muchas hipótesis: que el nombre viene de Rómulo, del nombre etrusco del río Tíber (Ruma), puede venir de una raíz de origen indoeuropeo con significado de río (por lo que Roma significaría <<el pueblo sobre el río>>).

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